2 de junio de 2010

Bajo Consumo


“Las lámparas de incandescencia se consideran actualmente poco eficientes ya que sólo el 10% de la electricidad que consumen la transforman en luz y el 90% restante lo destinan a producir otros tipos de energía no útiles para la aplicación. (por ejemplo, el 25% en calor)” En este caso está claro que el beneficio que el hombre consigue al sustituir la antigua bombilla por una de bajo consumo es bastante significativo.
Al igual que se ha conseguido obtener la misma luz con tan sólo un 10% del esfuerzo, el hombre intenta aplicar esta economización a otros aspectos de la vida en los que quizás no estemos ganando tanto. La humanidad, se empeña con tan sólo un pequeño esfuerzo obtener el 100% de los beneficios. Y lo que no saben es que a veces no sólo basta con dar luz y que los demás la vean, sino que la luz debe ir acompaña de ese calor, “inútil” y que tanta energía cuesta producir, que hace que una luz sea especial.